Los besos de los romanos.Los romanos, muy aficionados a los placeres carnales, distinguían tres clases de besos: el “osculum”, que se daba en la mejilla entre amigos, el “basium”, que se daba en los labios, y el “suavem”, que se daba entre amantes.
Los romanos, muy aficionados a los placeres carnales, distinguían tres clases de besos: el “osculum”, que se daba en la mejilla entre amigos, el “basium”, que se daba en los labios, y el “suavem”, que se daba entre amantes.