Selecciona a la persona adecuada.
Escoge el lugar ideal (privado mejor que público, y silencioso mejor que ruidoso).
Escoge el momento adecuado.
Asegúrate que tienes buen aliento antes de besar.
Utiliza las manos para acariciar sus labios antes de iniciar el beso.
Si conviene, recoge sus cabellos y colócalos detrás de su oreja para que no molesten.
Empieza frotando tu labio inferior en sus labios lentamente. Ayudará a incrementar el deseo.
Haz besos pequeños, lentos, suaves y sugerentes, aún sin utilizar la lengua.
Con la punta de la lengua, empieza a acariciar sus labios.
Empieza a chupar o succionar sus labios, tanto el inferior como el superior.
Es el momento de tomar sus labios. Dale un beso grande, que le tape la boca. Abre y ciérrala presionando suavemente sus labios.
Llega el momento de la lengua. Agarra a la pareja por detrás, coloca tu cabeza en diagonal y, cuando estés a punto de presionar tus labios con los suyos, saca la lengua e introdúcela en su boca. Intercala los movimientos. Si tienes la cabeza en diagonal hacia la derecha, gírala hacia la izquierda y viceversa.
Con la lengua dentro de su boca, gírala sobre su lengua y da pequeños giros rodeando su lengua dentro de su boca.
Cierra los ojos durante todo el proceso del beso.
Mientras besas, también puedes acariciar sus mejillas o cuello durante el beso.
Finaliza tú el beso. Apártate y demuestra que tienes el control de la situación y que sabes manejar muy bien tu tiempo.
