Tener mal aliento. Es la regla número 1. Nadie te querrá volver a besar si tu aliento huele mal.
Tener los labios resecos. Procúralos tenerlos siempre húmedos y exfoliantes, así serán más sensuales. Una boca seca, blanca o partida es repelente a los besos.
Quedarte solo en su beso. No te quedes solamente en sus labios. También puedes visitar su cuello, mejillas y otros lugares excitantes. Pero hazlo con sutileza. Nadie quiere que le chupen la cara.
Dar besos demasiado húmedos. Es bueno que los labios sean suaves, ligeramente húmedos y muy cálidos, sin mucha saliva.
Fumar durante la cita. Si es tu primera cita y la otra persona no fuma, lo mejor es que no fumes. Si lo haces, tómate un caramelo o un chicle con el fin de minimizar tu aliento. Un cigarro en tu boca no es muy atractivo para quien quiera acercarse a tus labios.
Insistir en un beso muy largo. Deja que funcione tu intuición y sabrás cual es el tiempo apropiado. Verás que no es ni muy breve ni muy largo. Cuidado con tus manos y no trates de continuar con el beso si sientes que la otra persona quiere retirarse. La intensidad puede llegar a aburrir.
Morder la pareja. Aunque es cierto que en ocasiones tocar los dientes con las tuyas puede llegar a ser excitante, cuidado porque puede ser arriesgado.
Deja las manos quietas. Un beso inmóvil es como besar una momia. Acuérdate que un beso puede expresar ternura, entusiasmo o amor, pero el sentimiento se puede volver más fuerte si la abrazas, la acaricias o juegas con su pelo. Utilizar las manos te hará sentir más seguro para besar.
Moverse mucho durante un beso. Moverte mucho o quedarse estático puede transmitir una sensación incómoda.
Utilizar mucho la lengua. Un beso sin ella es como un beso de broma, pero cuando la utilices evita moverla excesivamente. Relájate y procura que tus movimientos sean gentiles y suaves.
